13 septiembre, 2009

Malas noticias

Sonaba una pieza de Bach en el anteúltimo vagón de un subte repleto de gente en el mediodía de un sábado con sol. De las cuerdas del violín desafinado se desprendía la melodía que paseaba entre parejas distraídas, unos pocos sacos con corbatas y mis ojos dormidos. Con el ir y venir del arco, se reproducía una hipnotizante partitura barroca.
Con la cabeza inclinada hacia un costado y la sonrisa dibujándoseme casi por reflejo, pensaba en cuánto me hubiera gustado aprender a tocar el violín.

La paz del instrumento (a pesar del alboroto del viaje, el subir y bajar de pasajeros, el estruendo de las puertas de madera al cerrarse) desanudó un poco mi estómago y relajó otro tanto a mis pensamientos. 
Es que las malas noticias viajan rápido y uno se pone en el lugar del damnificado -sin quererlo, tal vez- para terminar dándose cuenta de que las cosas siempre pueden empeorar. Que exageramos, a veces. Que casi todo tiene solución, y es ese casi el que me tiene a medio dormir por las noches. Porque yo creía que en un cajón sólo cabían los ancianos y los enfermos, y ahora resulta que el novio de una amiga (y compañera) de la facultad fue enterrado en la semana tras un accidente en la ruta. Un chico de mi edad, con planes de convivencia, un compromiso reciente, y toda una vida por delante.

Me es inevitable ponerme en el lugar de mi amiga para encontrar algo que decirle. Algo que la saque de esa inanición que se hace carne en cada músculo de su cuerpo. Pero en mi intento por entenderla termino por angustiarme al enunciar los nunca más que sucederán de ahora en más.

Nunca más volver a verlo. Encontrar su mirada en una multitud y sonreírle, entre pícara y cómplice.
Nunca más volver a sentirlo. Percibir cómo se eriza la piel con cada caricia y en cada abrazo.
Nunca más volver a besarlo. Escucharlo. Amarlo. Retarlo. Celarlo...


Para cuando el muchacho del violín se bajó del anteúltimo vagón de un subte repleto, tenía mis ojos cerrados y la frase de una serie de TV rondando en la cabeza inundada de pensamientos y comparaciones. 
Haz un plan. Ponte un objetivo. Trabaja hacia él. Pero cada tanto mira a tu alrededor.Absórvelo. Porque esto es todo... y todo podría desaparecer mañana.

Un escalofrío a lo largo de la espalda me despertó, y la estación donde me bajaba me devolvió al mundo real.





[para letra, clic acá]


13 comentarios:

Fernanda Hoffman dijo...

Dicen que nunca hay que decir nunca..pero la verdad es que los nunca estan demasiado presentes en la vida como para no decirlos.

He aprendido que cada momento de nuestra vida es unico e irrepetible..que sucede...y se va para nunca volver..por eso tambien he aprendido a apreciar cada momento, a tratar de no perderme de nada, desde una mirada hasta una puesta de sol, en definitiva eso es todo lo que tenemos y no deberiamos dejarlo pasar asi como si nada.

Me gusto mucho tu post, y no es la primera vez que paso por aca, por eso me alegro de que hallas pasado por mi blog Flori!

Besotesss

Jota dijo...

qué lindo escribís, Florita, incluso cuando el tema es tan, tan triste

NOVA dijo...

Cuando pasan estas cosas nos damos cuenta de lo que nos estamos perdiendo por, como tu dices "no mirar a los lados" entretanto.
Un beso
NOVA

Floripondia dijo...

Ah.. me sorprendiste y me dio una cosita en mi ser.. que horrible situación por favor!

ŜhЄrezάđξ dijo...

Ese y todos los "nunca más" son los que desangran el Alma.

Lamento infinito la pérdida de tu amiga, y tu dolor al ponerte en la orilla de ella.

Te mando un abrazo FUERTE, mi pensamiento florido y unas notas de Albinoni en el violín que "nos" gusta tanto.

Amiga Pizzu dijo...

Me tocó el corazón...y lo pellizcó un poquito.
De repente, la vida te pega una cachetada...y no sabes por qué.
El único adjetivo que se me ocurre para este hecho es INJUSTO.
Te quiero Flori :)

Diego dijo...

La muerte siempre desgarra, pero tiene el valor de hacernos ver lo preciosa que es la vida.

Pero una vez pasadas esas famosas etapas de Kübler-Ross (muy prolijas, pero tan lejos de ser comprensivas y empáticas), ¿qué es lo que queda... ?

Memento mori: Carpe diem.

Fractured hand. dijo...

Eso es lo que estoy intentando hacer yo.
Un ''nunca más'', pero por una cosa o por otra; no me sale.

Mrs.Hippie dijo...

yo se lo que se siente de primera mano... se lo que es sentir eso de nunca más volver a verlo... de todos esos nunca... ánimo que veces la vida nos da un golpe bajo para darnos cuenta de lo poco que apreciamos algunas cosas... besos!

Mrs. Hippie

Petite dijo...

La vida muchas veces es injusta. ¿Lo peor de todo? Que contra la vida y contra lo natural no se puede luchar.


Ánimos a tu amiga, y a ti si eres como yo, que no encontramos las palabras exactas, que lloramos por problemas ajenos, y que nos vacían el alma como si fueran nuestros... El tiempo lo cura todo, aunque tu amiga es posible que necesite más que tiempo.

Un besazo.
Petite.C

Blonda dijo...

Será culpa de Bach, amiga?

Yo creo que a mi me anda tocando el violín el la oreja todo el día...desde hace unos meses.

Si no ando por el mundo virtual es simplemente porque estoy enojada con los humanos...pero te extraño, sabés?

Volveré y seré millones (?)

Adorote chiquita!

Unknown dijo...

y de quien será la culpa?

juana dijo...

sigue dejandome en estado de estremecimiento (espero que exista esa palabra) cada vez que lo leo


te quiero amiga =)