Estaba lejos, muy lejos de casa.
Estaba sola -también- esa mañana de miércoles. Excepto por mi avión, por Glen Hansard y por el perro que cada tanto ladraba desde el patio.
Caminé hasta la plaza más cercana para presenciar el despegue de una despedida en papel que nunca me obsequiaron en carne y hueso.
No solté pañuelos blancos al aire, ni mis manos se movieron en un vaivén frenético. No se perdió mi mirada en un horizonte infinito, ni se me nubló el foco. No dije ninguna palabra, ni emití ningún sonido. En mi silencio, en mi quietud, en mi cautelosa manera de remontar ese avión de papel existía un pacto silencioso para conmigo misma: el de iniciar el interminable proceso del desapego.
Y así fue como regresé a la rutina. Como regresé a casa.
Después de ese viaje, nunca más .
Hasta ahora, que me toca volver vestida de fiesta. Con la invitación de un casamiento en una mano y el alma siempre tan sensible en la otra. Haciendo eco con los tacos para ahuyentar el sonido que hacen mis pensamientos cuando se vuelven en mi contra. Enfundando la tristeza para cuando vuelva a casa, con un nuevo intento pendiente.
Vuelvo tal como me fui aquella vez. Con la certeza de que siempre (pero siempre, siempre) me cuesta horrores este tema del desprendimiento.
5 comentarios:
Flori, Flori, aayyy Flori!!!.
A medida que te leo, palabra por palabra, emoción por emoción, voy creyendo más certero que soy yo la que escribe.
Puedo notar aquel interminable proceso del desapego, tu alma her_Ida, tus tacones lejanos, el corazón siempre, siempre en la mano.
Te leo por segunda vez para volver a notar las sensaciones de tu vivencia. Sin pretenderlo apoyo mi barbilla en la mano, suspiro, evoco, comprendo y digo despacito:
- ¡¡Flori, Flori, aahhyyy Flori ...!!
El apego es un delicado equilibrio, para no estar dando vueltas en el vacío, pero tampoco anclado al fondo del océano por las emociones. Ojalá con el tiempo lo puedas encontrar.
Besos.
vuela y que de alguna forma todo quede abajo justo donde esperas que queden...
Ay, peque...adónde estás volviendo? a dónde yo imagino?
Por favor...despejame las dudas. De premio,yo te hago un avioncito nuevo con papel de seda de algún color lindo =)
te quiero, te extraño. Todo junto.
besotines voladores
Y..son las cuestiones inevitables que se tornas invencibles de olvidar, por más que la lógica y la razón estén a favor nuestro. No se entiende ni se comprende esta necesidad cruel de estar a al borde, a un centímetro, dos segundos, a un suspiro….a un pasito….de sucumbir…nuevamente.
Salutes!
Publicar un comentario