11 noviembre, 2008

Juguemos con las palabras


Propuse un juego. Que, en realidad, no es un juego.
Los jugadores -suponiendo que es un juego-, somos Juan y yo.
La situación involucra una conversación en un balcón que desencadenó un intercambio de opiniones, y cuyo fin fue inesperado. Al menos para mí.


Juan es un compañero de charlas nocturnas por la web. Hace un tiempo que venimos acompañando las calurosas noches de primavera con conversaciones que desencadenan risas, o bien terminan en enojos momentáneos pero que, al minuto siguiente, son temas de nuevas carcajadas.
Juan se acostumbró a mis preguntas banales, a mis comentarios triviales, a mi imaginación todoterreno que termina por construir un balcón ficticio en nuestra mente. Yo me acostumbré a sus bromas, a su especial forma de escribir cuando algo le molesta, e incluso a su manía de poner sonidos fastidiosos (¡que ya descubrí cómo desactivar!). 

Nos acostumbramos. Y nos esperamos, cada noche, para la sesión correspondiente de comentarios insignificantes mezclados con charlas serias y consejos alentadores.
Estamos, aún sin conocernos en profundidad.


Hace unos días un episodio particular me dio la magnífica idea de crear este juego. Que tal vez no sea un juego, pero al tener que llamarlo de alguna manera prefiero hacerlo de esta forma.
Una siesta sin sueño y los diálogos de dicha conversación, fueron el conjunto necesario para que yo escribiera en mi libretita rosada "mi versión de los hechos". Con detalles reales agregados por mí, y otros que mi imaginación se encargó de crear. 
Lo más sorprendente es que Juan no se negó. Tal vez mi propuesta sonó a imposición, pero así y todo -teniendo armas para rebelarse en contra de mi juego- lo aceptó, divertido. 


Juan
decididamente esto te empuja más a la rareza
pero es interesante

Flori
lo sé 
pero sé que vos seguís mis rarezas, por eso te lo pido


Me pareció divertido tener las dos versiones de una misma situación. Dos pensamientos sobre un hecho en particular. Dos puntos de vista, en vez de uno. Por eso decidí jugar con las palabras, e invitarlo a que él también lo haga. Para disfrutar de la seducción de unas frases que engalanan movimientos, miradas, y silencios. Para cerrar los ojos e imaginar todo lo que en esa noche sucedió, a modo de telenovela. Para descubrir lo mágico que puede ser un relato, y los diferentes aspectos que una situación en concreto puede adquirir. 


Las condiciones son simples: 
 - los diálogos de esa noche deben permanecer intactos. Sólo se pueden acortar, u obviar aquellos que parezcan insignificantes frente a los ojos del escritor;
 - cada uno puede comenzar el relato desde donde le parezca, pero tiene que seguir la cronología de hechos hasta el final;
 - se pueden inventar miradas, sonrisas, gestos. Detalles que la imaginación de cada uno aporte para enriquecer la versión. O detalles reales, que por estar tras el monitor no podrían ser vistos por la otra persona.


Los invito a ustedes a ser los jueces. A que cierren sus ojos y jueguen a imaginar una misma escena, pero con distintos condimentos. Desde el punto de vista de Juan, con su toque personal, con sus intenciones, con sus modismos. Desde mi punto de vista, que ya algo conocen.
Los invito a que jueguen, en algún momento, con las palabras. ¡Verán lo divertido que es!
Los invito, desde la próxima entrada, al balcón imaginario que nos creamos con Juan.







9 comentarios:

Veronica dijo...

upsss espero...asi entiendo mejor...

te invito con un cafe en mi blog

besos

James Bounce dijo...

yo empece a con mi chica con muchos juegos de palabras de frases y muchas cosas mas, pero todos juegos que nos atrajeron uno al otro, y trasnochando más de una noche.
Dentro de todo lo malo que tiene el msn tiene algo muy bueno y es que podes conocer más a la persona por lo que es que por como se ve. Yo soy muy prejuicioso por eso.

Veronica dijo...

Qué bueno eso de los balcones imaginarios y los dialogos nocturnos. Veremos qué resulta de su juego.
Saludos.

Flori dijo...

Vero: ¡qué rico el cafecito! Y no te preocupes, pronto comprenderás.. jeje
Besote


James: ¡viste lo divertido que es! Por mi parte, me atrae más un buen relato que un rostro semejante al de Brad Pitt...
=)


Veronica: veremos, veremos. Por lo pronto estás invitada a ser espectadora.
Gracias por pasar.. =)
¡Besos!

Blonda dijo...

Ups, espero al proximo post a ver si entiendo mejor, porque en este me mareé.Pero si hay que imaginar contá conmigo , que eso me gustaaaaa.

besos reina!

donnie dijo...

Me gusssta la idea, pero me sumo a los que no entienden muy bien el modo de proceder.

Jugar con palabras funciona mientras no generen malos entendidos o, peor, erijan castillos de humo brillante en torno de (y sobre) personas que no ameritan habitarlos. Jugar con palabras está bueno, pero es engañoso... ¿no?

Akasha! dijo...

Los que no entendimos nos sentamos a la derecha?

:P

Flori dijo...

Blonda: paciencia, paciencia.. Estoy esperando que me llegue la versión de Juan. =)
¡Besotes!


Donnie: es engañoso, es atrayente, es seductor. Sí. Será cuestión de sentar los límites con la otra persona, para que nadie sea malinterpretado..


Akasha: dale, les tengo preparadas las sillitas. ¿Quieren té helado o cafecito? ¿Scones o torta de ricota?


=)

Flori dijo...

Para ir aclarando el panorama, les cuento.

Una noche, chateando con Juan, nos creamos un balcon imaginario donde aconteció una charla. Charla que se basó en nuestros diálogos vía msn, y que tuvo un fin inesperado.

Al día siguiente se me ocurrió la idea del juego. Yo relato lo sucedido según mi punto de vista, con gestos "extra". Juan hace lo mismo.
Es una forma de que él sepa lo que pasó detrás de mi monitor con las cosas que dijo, y es una forma de saber yo qué era lo que quería con todo eso.



¿Mejor así?