03 enero, 2010

Dolor de muela (y algo más)

Hay pocas cosas peores que un dolor de muela y creo que hasta podrían caber en los dedos de una mano. Algunas rupturas amorosas, algunas desiluciones, determinadas malas noticias, tienen ubicación casi preferencial en el top five de los peores males.

Como si no bastara con la molesta sensación que produce un dolor de muela, que muchas veces nos deja con los ojos apretados y los puños bien cerrados esperando que el malestar pase rápido, todo lo que uno come o beba irá directamente hacia el foco doloroso. El cepillo de dientes dejará la delicadez de lado y el hilo dental insistirá hasta cortarse. Incluso la propia lengua pasea, toca o simplemente roza la zona en cuestión, revelando la necesidad que tenemos -a veces- de saber que el dolor está ahí, que no se fue. Que es real. Que todavía lo sentimos.

Algo semejante sucede a veces con las relaciones amorosas. Con esas que segregan lágrimas por doquier, sangran recuerdos y molestan hasta el punto de hacernos perder la paciencia y ganar irritabilidad. Con esas que perduran incluso cuando no hay nada más para decir.
Seguimos insistiendo en lo que no será nunca; seguimos recordando, queriendo, hablando; seguimos haciendo de cuenta que algún día todo se revertirá y los astros se alinearán a nuestro favor y entonces todo lo soñado, todo lo planeado, se volverá real. Seguimos tocando con la yema de los dedos el foco doloroso de nuestro interior, para sentir que está, que es real, que no se fue. Para sentirnos vivos.

En vez de ponerle punto final al asunto, porque hacerlo es incomnmensurablemente angustiante; en vez de pactar una visita al odontólogo, porque a quién le gusta que le saquen una muela; en vez de frenar el dolor, lo seguimos alimentando cada vez más. Con cada recuerdo, con cada canción, con cada roce masoquista de la lengua.


Así empezó mi 2010. 
Con un dolor de muela, por el momento soportable. 
Y con un dolor bien en el centro del alma, el cual tengo miedo que no se vaya más.


12 comentarios:

Emiliana dijo...

Ssss que feo dolor de muelaaa.
Los odio con todo mi alma, espero que pase pronto.
Y con respecto al dolor del alma... mucho no te puedo ayudar.

Espero pase...
saludos!

Diego dijo...

"Para sentirnos vivos."
Sí, es peligrosa la tentación. Es más difícil deshacerse del dolor y de la angustia que alimentarlos. Pero el esfuerzo vale la pena, Flori, dejalo ir y vas a ver.
Un beso enorme.

N dijo...

Flori... arriba ese ánimo!

que raro, podríamos decir que una relación es como una muela...

Un abrazo de 2010!
(Tu seguidor nº 50)

Mrs.Hippie dijo...

El dolor es incomprensible, es la cosa que más deseamos que se marche y entre más pensamos en él, más nos llama su presencia... perfecto para describir cualquier tipo de dolor, lo más sorprendente es que el dolor del corazón casi siempre se hace interminable y agónico fuerzas muchacha, que la vida sin dolor nunca se llega a aprender nada... besos
Ps: te he dejado un premio por tu hermoso blog y por ser tan hermosa persona! nos vemos

Mrs. Hippie

Anónimo dijo...

esperemos se vaya, no tengas miedo.

un abrazo :)

pd. me gustó tu blog.

Flori dijo...

Emiliana: yo también espero que pase pronto. Ambos, aunque el del alma más que el de muela porque no hay paracetamol que apacigüe un poco el asunto.
Besito


Diego: es lo que intento hacer. Pero creéme, Diegui, que es lo más difícil del mundo.
Besos


Canela: ¡qué manera de empezar el año, eh! Desarmándome por doquier... que horror.
Abrazos fuertes, querido seguidor nº 50.


Mrs. Hippie: cuando duele tanto que no podés respirar... ahí es que sobrevivís.
Gracias por el premio. Beso grande


fabi: estoy aterrada, fabi.
Abrazo grande, y gracias por seguirme.

Anónimo dijo...

No hay dolor que duela más
que el dolor del alma,
no se aleja así nomás
cosas lo hacen aliviar,
pero no lo calman.



besos

N dijo...

OK, puedes quedarte en la laguna (es una satisfacción inmensa)

Anónimo dijo...

sólo para escuchar
http://www.youtube.com/watch?v=KHHbTN4wzxQ

ŜhЄrezάđξ dijo...

......Y algo "más".


Besote grande nena, y abrazo de muda comprensión.

Inma Cañete dijo...

Tranquila, todo se pasa, hasta el dolor más profundo.

Mariana dijo...

Mi noche de reyes me regaló un dolor insoportable de muela, medio maxilar entumecido; se irradiaba hasta el oído...

Y sí, lloré... Lloré condenadamente, como en la peor pelea amorosa...

Pero gracias a dios estaba con Tigger, que intentaba contenerme y quién me contuvo y me llevó a una guardia, aunque haya sido en vano porque a la vuelta una vez mas me azoto el dolor... Llanto incontenible otra vez, desgarrador...

Solo espero no llegues a ese punto y puedas hacerte tratar pronto...

Besos Florita que te sea leve..