- Ajam. Dame un mate que en un rato vuelvo...
- Te espero.
No volví. Me quedé en el amanecer, mirando el mar. Jugando con la arena y los dedos de mis pies que se cansaron de tanto andar. Enredando pensamientos mientras mis dedos anudaban los rulos inútilmente planchados. Con los ojos hartos y las manos secas. Con las rodillas custodiando el corazón.
El corazón sobre todo.
- Dale, pisciana. Vamos que te acompaño al departamento. Ya no volvés más.
- Gracias, darling.
9 comentarios:
extrañamente interesante ;)
hace un tiempo que no pasaba... linda la plantilla de blog y lindo el post. Besotesss
interesante lo de la custodia al corazon...
Breve y refinado, cargado de imágenes. Bonito, sí, me gusta.
El amanecer en el mar te hace esas cosas.
Me gusta:) lindo blog♥
Son los efectos colaterales del mar y del verano, mi querida.
Miss you...a lot!
besitos =)
Y te quedas pensando y divagando en ti mismo... precioso texto, muy profundo!
besos muchacha nos vemos...
Mrs. Hippie
Otros para ti Flori...
que bueno que regreses :)
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