Y no tengo una, sino muchas.
Por eso quería recopilar todas aquellas razones de sonrisas que me regalaron distintas personas. Todos aquellos motivos por los cuales insisto en que mejor nos quedemos con este año, que tantas vueltas supo tener.
"holis, muñeca"
"necesitás alguien que se ocupe un poco de vos"
"vas a ver que te van a dar ganas de abrazarme, y apoyar tu cabecita en mi hombro" (escuchando este tema)
"Q U I E R O V E R T E ! ! !" (apenas le dije hola, largó la bomba)
"cero mala onda.. te tengo a vos. Muas"
"das lindos abrazos"
" hace 6 años dejaba a una persona por estudiar; ahora, dejo al estudio por una persona. Es paradójico. Y tengo exámen en dos días eh, y final en 4, y tengo re claro que quiero ser médico y que quiero graduarme en julio. Pero si me preguntás en este momento qué prefiero hacer, te diría invitarte al cine" (y ahí me temblaron las piernas)
"si querés, voy a hacerte de apoyo logístico. Para eso estamos las amigas"
"Él: Quiero que sea sábaadoooo.. ay, no se que me pasa!
Yo: qué pasará el sábado, q tenes tantas ganas de que llegue..
Él: te voy a veeeer!"
"somos thelma y louise, bonny y clide, wesley y snipes, jony y tolengo, el gordo y porcel"
"te extraño un poco, muñeca"
"vos sos como un mimo al alma..."
La lista sigue, en mi mente. No así acá, pues el trabajo de buscar aquellas frases o fragmentos de recuerdos me ha dejado una montañita de lágrimas al lado del monitor. Y las mismas preguntas de siempre.
Distintas personas me regalaron esos momentos. Sus palabras fueron causas de sonrisas y de sentimientos que alimentaban mi ser. Sentirlos del otro lado, con su sinceridad entre cada letra, abrigaba aquella amistad, aquella relación que prometía aquél futuro incierto.
Estos son algunos motivos por los cuales no quiero terminar el año. Porque siento que los dejo atrás, con posibilidad de olvidarlos para siempre. Tampoco quiero que, al recordarlos, diga "un año atrás, sucedía esto o alguien me hacía sentir especial con aquello". No quiero. Porque en un año nace una criatura; en un año somos víctimas de una montaña rusa de sentimientos que nos modifican y condicionan; en un año el árbol de mi casa deja caer sus hojas secas al suelo, para luego ver nuevas hojitas verdes crecer.
Así será mi despedida, entonces. Mascullando buenos augurios para todos, y agradeciendo aquellos que recibo. Queriendo creer que todas esos buenos deseos de felicidad van a hacerse realidad. Cruzando los dedos para que así sea. Y brindando a cada rato para bajar esta mezcla de sentimientos que se me atoró en la garganta desde anoche.
A ustedes, ¡feliz comienzo de año nuevo!
(en serio, que sea feliz)