23 diciembre, 2008

Hace un año...

Debe ser la época del año. O la costumbre de siempre sacar en limpio las cosas buenas y las malas que acontecieron en cierto tiempo. En trescientos sesenta y cinco días, por ejemplo. En un año. 
Balances. Comparaciones. Recuerdos.

Estábamos camino a un almuerzo de fin de año. Pizzu, sentada delante mío, se dio vuelta de repente.

Pizzu
¿Vos te acordás cómo estábamos, vos y yo, hace un año?

Flori
ehm, no me acuerdo.. ¿me ayudás a hacer memoria?


No hubo necesidad, en realidad. Al instante los recuerdos cayeron de algún lugar de mi memoria y pasaron velozmente por mi retina. Todo, sin escatimar en detalles.

Hace un año, para este almuerzo, yo traía una noticia a cuestas. El chico con el que había estado saliendo por dos meses había confesado que iba a ser padre, y pocos días antes de Navidad la criatura nació. Imagínenme: con diecinueve años, una completa ingenua, y ya las ilusiones por el suelo. Venía de un amor que no había podido ser, y de repente llegaba Rober -con quien todo podía ser- y me revelaba su secreto. Pero lo más doloroso fue su confesión a último momento, y no en aquella primer instancia donde yo podía tomar la decisión de emprender un camino a su lado a pesar de su futura condición de padre de familia. 
No, no lo hizo. 

Hace un año pasaba al segundo año de mi carrera. Ponía fin a casi diez meses de corridas, de primeros finales, de noches sin dormir. Mis primeros litros de café, la búsqueda de métodos para permanecer más horas despierta, los domingos de estudio compartido. Los llantos pre exámen que exteriorizaban esa mezcla de ansiedad y nervios que se nos formaba en el estómago. Y que todavía se nos forma. El primer recuperatorio. La nota en la libreta que me habilitaba a gritar que ya estaba en segundo.

Hace un año Pizzu y yo compartíamos la soltería. Aunque ella contaba con su muchacho, éste no lograba administrar sus tiempos de manera óptima, quedando mi amiga a la deriva en más de una ocasión. 
Yo a la deriva, también, por la desconfianza que empezaba a crecerme dentro. El miedo a intentar sentaba presencia, y me excusaba en el estudio para evadir las presentaciones que mis amigas planeaban. 

Y sin embargo, acá estoy. Un año después. 
Sin molestarme al escuchar lo divertido que fue el festejo del primer año de la criatura, y sin siquiera preguntarme si debiera escribirle al padre. Felicitándolo. 
Intentando creerme cuando la nota en la libreta me anuncia que estoy en tercer año de Medicina. Nota que no es de mi agrado, pero que tengo que comenzar a aceptarla. Como también tengo que aceptar que estos nervios y ansiedades estarán conmigo por siempre, incluso después de recibirme. 
Mirando cómo Pizzu disfruta de su reciente noviazgo, y deseando que en algún momento yo me vea tan feliz como ella.

Así estoy, un año después. Con menos sonrisas y un poquito más dañada; calculadora y selectiva; con la certeza de saber qué es lo que quiero. Con más música en el itunes y recuerdos en cada canción; con la compañía de un libro que me tiene atrapada, y que llevo conmigo todo el tiempo. Escribiendo más y hablando menos. Cambiando el café por el té.
Con la firme convicción de que él tiene que estar en algún lado. Que seguramente se semeje un poquito al doc, y también a aquél muchacho que no pudo ser. Que no se va a ir, porque no tiene que hacerlo. Que me va a hacer lucir como mi amiga... tan feliz y radiante.

Un año después, acá estoy: haciendo mi propia lista de recuerdos impulsada por la pregunta de Pizzu...

6 comentarios:

NOVA dijo...

Creciendo y madurando...con mucha mas VIDA. Y con un planteamiento de un fúturo, hay un ÉL lo sabés, y sabés que es para tí, te esta esperando donde? bueno..., llegará y os reconocereis, cuando llegué y tal vez, digo tal vez tengas que descubrir unos cuantos él, hasta que llegues a tu ÉL, porqué esas certezas y esos reconocimientos son equivocados..., eso también es VIDA
Sigue llenado tu lista, esas tienen muchos colores, muchas músicas, muchas risas y llantos, pero son nuestras.
Un besote
NOVA

Veronica dijo...

felices fietas flori...besos

Will dijo...

Esta bueno hacer un balance.
Aunque mas me gusta hacer proyecciones a futuro.
En fin, te deseo muy felices fiestas.
Chaito amiga blogger!

Diego dijo...

Yo siempre hago balances, pero no sé por qué me llegan en abril. A veces e sseptiembre (por mi cumple), pero nunca a fin o principio de año.
Ojalá que este año encuentres a alguien, yo estoy esperando más o menos lo mismo. Y también muchas felicitaciones por haber llegado a tercero, vas a ver que se pasa volando, y una vez que estás en la UDH la medicina realmente empieza a combrar forma dentro de uno.
¡Besos!

Flori dijo...

A todos, gracias por pasar.
Estoy cocinando, asique prepárense para la tormenta post festividades.



Sean muy felices donde sea que estén y con quien sea que estén.
Prometo un brindis por todos ustedes, mirando alguna estrellita en la medianoche de fuegos artificiales.

Besos y abrazos. =)

Abeja dijo...

MUY MUY FELIZ NOCHE BUENA!!