Ya no tengo berrinches rabiosos en la mitad de la calle. Ya no más "mami, compráme". Ya no miro con desprecio la remerita que me regalan, mientras envidio interiormente a la muñeca último modelo que le tocó a mi hermana en Navidad. No, ya no.
Ya estoy grande. Grande como para conseguirme las cosas que necesito (más que las que quiero). Grande como para combinar mentalmente la remera negra que me regalaron. Grande como para no empecinarme con imposibles, por más que lo desee con toda el alma.
Viene Damien Rice y da un show en La Trastienda.
La noticia, además de dejarme pasmada por más de media hora, me hizo saltar de alegría e idear planes alocados. Hasta que el valor de la entrada -y mi situación económica post festividades- pincharon mi nubecita de felicidad. Claramente, estaba fuera de mi alcance.
Aproveché las noches de insomnio para encontrar la solución, porque alguna debía existir. Idear algún plan B, o algo que se le semejara, no sonaba descabellado. Pero pasaban las horas, y los ojos cedían ante el sueño, y seguía igual que antes: con ningún desenlace posible de ser llevado a cabo.
La frustración de esas dos noches de resoluciones inconclusas dio lugar al enojo. Y con el enojo (más el mal dormir a causa del insomnio que no parece querer irse) sobrevinieron las peleas. Cualquier familiar que se cruzara por mi camino era víctima de una suerte de gritos y respuestas desganadas. Cuando no, se enfrentaban con unos ojos que obligaban a mirar hacia otro lado.
Con mis amigas las cosas fueron distintas. Si bien a ellas también puedo gritarles y demás, no me sale. Pero no me sale porque el silencio viste mis ojos marrones y mi pelo recogido. Monosílabos logran escaparse, por momentos. Hasta que rompo el témpano de hielo que me separa de ellas, y les cuento. Todo. Y entonces todo parece banal, y entonces nos reímos, y entonces vuelvo a ser grande y dejo atrás el enojo. Pero el problema sigue ahí.
"Bueno, yo te ayudo", me dijo mi amiga Juana cuando caminábamos hacia la parada del colectivo. Y la sonrisa se me dibujó de nuevo, y la nubecita de la alegría reapareció con parches multicolores, y los planes alocados volvieron a ocupar mis pensamientos.
Ya no peleaba con nadie.
Pero la vida tiene sus vueltas, y hubo un solo detalle que nunca tuve en cuenta.
Chequeé la información en la página de La Trastienda, e hice click sobre el botón que me invitaba a comprar mi entrada. Aquella que me garantizaba una noche de domingo maravillosa, llena de música de la que a mí tanto me gusta y muy pocos conocen. Motivo por el cual eventos como éstos no suelen ocurrir muy a menudo. Razón más que lógica para mi enojo, antes de contar con la ayuda salvadora de Juana.
Una ventana de Ticketek se abrió. Y ahí estaba: su cara de irlandés descuidado mirando hacia abajo. Al lado, el fin de mis trámites. Escrito con mayúsculas se arrastraba por todas las ubicaciones posibles, dejando cualquier posibilidad sin esperanzas; dejándome nuevamente aturdida por unos largos minutos. Agotado. AGOTADO. A-go-ta-do.
Resulta ser que ya estoy grande, y ya no tengo caprichos inalcanzables. Resulta también que, aunque me empecine e ilusione, las cosas tienen que resultar de cierto modo. Y quizás esto siempre tuvo que tener este desenlace, pero yo no quería que así fuera.
Me planté con los brazos cruzados y haciendo puchero. Lloré porque lo quería de verdad. Pataleé, grité y hasta me revolqué en el suelo furiosa. Pero de nada sirvió.
Ahora recuerdo por qué ya no hago berrinches...
15 comentarios:
Apesta cuando pasa eso!!! Y decís tan cerca y tan lejos a la vez.
Nada de berrinches y a seguir disfrutando con la música que tan feliz y bien hace al alma.
Un beso!
Siempre hay caprichos...
A veces tenemos la suerte o la desgracía de que no se nos concede la gracía de conseguirlo y menos mal..., yo soy muy caprichosa y bendita la fortuna de que existen ciertos magos o hadas o lo que sea que se cruzan en mi camino, sino sería mi ruina... ´
Sentí eso mismo cuando The Who suspendió su visita a este mundito sureño. Malditos! Yo ya tenía preparado hasta a mi papá con una vincha y una bandera (?).
SUX :(
Besos Florita :)
Cherry: estoy en una especie de emborrachamiento de música. Como si así pudiera hacer que una oportunidad brotara de la nada...
Pucha..
NOVA: era más que un capricho. Era un deseo grande grande que estuvo a punto de volverseme realidad. Pero no pudo ser.. desafortunadamente.
Josi: jaja, yo ya tenía mi regalo de cumpleaños re adelantado.
Realmente, qué feo se siente saber que no lo voy a ver.
Besos Josi
quizas
1.- yo pueda conseguir algunas entradas
2.- quizas haga otra funcion
quizas.
haz berrinches, es valido y justo para este momento.
¨: ¿dice en serio lo de las entradas?
Acerca del ítem 2, estuve averiguando y no creo que sea posible. El 28 dará un show en Chile...
Yle: ¡gracias! Hecho está. Y justificado está, también.
Besos =)
Los shows internacionales y los costos nacionales.
Atroz realidad de siempre.
Saluditos.
qeee linda esa nena con la cara de capricho!....
de grande, te das cuenta qe no podes ser caprichoso, porque no siempre vamos a conseguir lo qe qeremos, por mas ganas qe tengamos. Es como qe la vida te dice :AAAH , SI ? TANTO TE ENCAPRICHASTE Y RECLAMASTE ? AHORA ANDA SOLIIITA A CONSEGUIRLO .
En fin
al finla, jovencita, no se pudo. mil perdones por el entusiasmo. yo tambien me frustre. le dejo un saludo
No lo conozco a Damien Rice, pero una vez me pasó algo parecido. Vino la Filarmónica de Berlín, cobraban carísimo pero justo andaba con plata, pero me enteré muy tarde y no pude ir a escuchar a una de las mejores orquestas del mundo.
Sin embargo, pensé que tengo un gran placer en la vida todavía por delante, y eso me ayudó un poco. Pensá entonces que algún día volverá, y que para ese día vas a estar preparada :-)
¡Besos!
Xaj: tanta razón. Sumando la poca publicidad, peor aún.
Besos
Vere: vida cruel..
¨: lo intentó, al menos.
Un abrazo, caballero.
Diego: ojalá vuelva. Ojalá Dieguito.
Besos
No te la puedo creer!!!
Bueno a mi a veces me pasan cosas parecidas culpa de mi indecicion a la hora de decidir
Ya estas grande pero no hay nada mas lingo q encapricharse y hacer berrinche de nene de 2 años para conseguir las cosas =D
Fue un capricho interno, con berrinche mental incluído.
Y no, no sirvió esta vez.
Creo q es lo más sano eso de los berrinches, los nenes chiquis se desahogan demostrando a miles su descontento, desaprobación o enojo, pues no tienen pq parecerle bien a nadie.
Creo q fue catártico q hicieras uno, q te revolcaras y dieras rienda suelta a la berrinchosa( no se si existe tal palabra jajajaja) q hay en vos.
Animos gorr, es mejor exteriorizar q tragarse la bronca, desde acá te puedo escuchar gritar cuando has leído a-g-o-t-a-d-o.
Te dejo cariños princess, vendrán más conciertos y más berrinches matizados con risas, suspirines, viajes en subte, flores, y alegrías!!!
Chau
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