18 octubre, 2008

Fiebre de sábado por la noche

Hay fiesta. Y mi termómetro biológico marca 38º. 
Hay fiesta. Y yo con fiebre.

El cuerpo se expresa, dirían las tías sabias. O al menos la de mi Amiga del Alma que, junto con Pizzu, cumplió años en la semana. Y como cualquier excusa es válida para hacer una reunión que incluye compañeros de la facultad y amistades varias, para esta noche se pautó la cena seguida de música "para mover las caderas" (como nos gusta llamarlo a nosotras).
Asique, el plan está pactado. La cita está programada. Sólo resta buscar en el placard el conjunto ideal para esta noche, y combinarlo con los zapatos que me permitan lucir radiante y a la vez me otorguen la comodidad necesaria para no descansar en ningún momento. 

Cambiar de ambiente es lo que necesito. 
Un fin de semana donde el pijama se desprenda de mi cuerpo y el hada madrina, con un toque mágico de su varita, lo convierta en un vestido lila hasta las rodillas. Una noche donde de tanto reírme y bailar, me duela todo el cuerpo. Con caras desconocidas, otras que hace mucho que no veo, y unas únicas que me aseguran diversión all night long.
Un sábado de festejo, como el de hoy.

Pero mi cuerpo no parece estar de acuerdo. O sí, pero demuestra lo contrario. 
Y es entonces cuando sobrevienen los dolores de cabeza, continuando con la panza, para finalizar en la desregulación de mi termómetro interno. Tupé que pocas veces se le ocurre tener, pero todas en el momento menos indicado.
¿Es ésta su manera de pasarme factura por someterlo a tanta presión el día de ayer? ¿Así se venga de los días que lo descuidé, porque era más importante terminar de comprender ciertos aspectos bioquímicos antes que dedicarme a una manicuría completa? ¿De esta forma me quiere decir que nunca me olvide de , que los exámenes son circunstancias que no demuestran lo mucho que sé y que por ello no tengo que autocastigarme cuando los resultados no son lo que esperaba?

Sea como fuere, parece que se empecinó en hacer todo lo posible para que no me moviera de la cama. Y a pesar de que gran parte del día estuve en esa situación, me cansé de sacar cuentas sobre la última vez que salí con mis amigas. Sobre la última vez que su insistencia venció a mis obligaciones. Sobre la última vez que de tanto divertirme quedé exhausta. 
Siguiendo los consejos de las tías y abuelas sabias, me tomé un ibuprofeno y saqué el vestidito lila del placard. 

Lejos estoy de parecerme a Karen Gorney, y de tener una cita con John Travolta. Pero es sábado a la noche, hay fiesta, y yo con fiebre. 
Así y todo, voy.  A estrenar sonrisas. A cambiar de ambiente. A bailar hasta el amanecer.

 

7 comentarios:

Abeja dijo...

pues a dormir y tomar tes relajantes y todo, por toda la tarde... pra que estes lo mejor posible y divierteteeeeeeeee

Blonda dijo...

Faá! Que corajuda...yo ni en pedo me pongo el vestidito si estoy con fiebre.Soy un esperpento malhumorado cuando estoy enferma.
Que te hayas divertido! besos!

· dijo...

le dejo una historia de galenao. una ventana sobre el cuerpo:
La iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta.

Flori dijo...

Yle: ¡es lo que hice! No tantos tés porque hace calor.. pero un gran combo de fármacos, y me divertí montones!! Besos

Blonda: minutos antes de salir cambié el vestuario porque temía desmayarme.. No iba a quedar de lady desplomarse con vestidito diviino!
¡Me divertí muchichichiiiisimo por suerte!
Besos =)

¨: puedo asegurarle que estudiar el cuerpo humano es más complicado de lo que pensé. Por ser culpa, máquina, publicidad y fiesta, toodo a la vez. Así y todo, es maravilloso.

Veronica dijo...

flori lo suprimi yo...es que me equivoque al redactar...decia...

que bien por tu actitud...!!! admirable...y que yo al igual que vos.. por ir a bailar haria (hago)cualquier cosa...jajajjaja

la pasaste lindo?

besos

Diego dijo...

Me pasó ayer algo parecido; no llegué a tener fiebre pero sí una gripe insoportable, de las de 143 estornudos por hora. Tenía al mediodía un asado por la despedida de una pasante francesa de Médicos del Mundo,y a la noche una fiesta de una compañera que se recibió. Salí igual, con un blíster aspirinas en un bolsillo y un paquete de carilinas en el otro, a desparramar mi virus por todos lados.
Claro que hoy tuve que pagar las consecuencias... un día hermoso y yo sin poder ni abrir los ojos por el sol.
Besos, que empiece bien tu semana ;-)

Flori dijo...

Vero: no quedó registro de tu error =)
¡La pasé genial! A pesar de que me pisaron quichicientas veces, y me empujaron otras tantas.. bailé hasta los silencios!! jaja
Besote grande

Diego: ¿143 estornudos en una hora? Me ganaste.. yo estornudo 7 veces apenas me levanto, ja.
Si se genera una epidemia de gripe, voy a decir que fuiste vos. =)
Besos =)