01 febrero, 2009

Intento fallido




Medianoche del jueves. Primeros minutos del viernes. 
Después del nuevo ritual que tenemos con mis hermanos (ver un episodio de las temporadas viejas de Dr House después de cenar), la computadora queda en mi poder. Ahí es cuando visito algunos blogs, vacío un poco mis ganas de escribir, y reviso los mensajes del Facebook (se está pactando un reencuentro con mis compañeros de séptimo grado). 
En eso, veo esto:

re: Hello!
el otro día me acordé del primer mensaje que te mandé y no sé... me dieron ganas de mandarte otro.
besos.

El remitente es Martín, la primer víctima de una sucesión de citas que estaban destinadas a fracasar.

Cuando todo parecía estar empeorando con el Doc, todos a mi alrededor me sugerían que siguiera de largo. Que no me quedara deshojando margaritas ni esperando cual Penélope a que solucionara sus inconsistentes excusas. Que saliera, que brillara.
Y Martín estaba ahí. Insistiendo con sus repentinas ganas de plasmar esas conversaciones que teníamos por mensajero en un café real. Y ahí estaba yo. Estirando el tiempo de ese encuentro mientras luchaba con el silencio y los exámenes de la facultad.

Las evasivas se iban acabando a medida que mi tristeza se acumulaba en mis ojos, y mi sonrisa forzada pedía a gritos un descanso. Y fue entonces cuando accedí al encuentro. Cuando accedí a darme otras oportunidades. A intentar.

Lo dejé todo en sus manos: cuándo, dónde y a qué hora. Todo. 
Para causar una buena impresión, ofreció pasar a buscarme por donde yo quisiera. El edificio donde vive mi abuela resultó ser el lugar adecuado. Nada de tocar timbre ni mucho menos subir al departamento. Con un simple mensaje al celular evitábamos algunas presentaciones innecesarias y hasta momentos incómodos.

No fue una noche aburrida, pero tampoco maravillosa. Paseamos por varios temas en nuestras charlas de nunca acabar, y siempre terminábamos riendo de algún suceso vergonzoso de nuestra vida. No salieron a la luz esas preguntas a cuyas respuestas no estaba lista, por suerte.
Todo iba bien, hasta que un simple gesto arruinó todo. 

Mis amigas me dijeron, días después, que eso iba a pasar. Que alguna palabra, alguna mirada, algún lo-que-sea, iba a recordarme a quien intentaba olvidar. Y así fue.
Ver a Martín escribir con su mano izquierda me remontó a una pizzería de Recoleta. A un dibujo en una servilleta, que todavía conservo. Al mismo gesto, la misma posición de la cabeza, el hombro, su mano izquierda como ocultando el dibujo. A un doc que ya no vestía ese ambo celeste ni sonreía pícaro mientras dibujaba; que ya no estaba cuando decidí levantar la vista. En su lugar había unos ojos marrones, también, pero extraños.

De ahí en más, la noche fue irremontable. Le pedí que me llevara de vuelta a lo de mi abuela y así lo hizo. En un viaje que pareció eterno, él hablaba y yo le respondía ausente.


Lo que nunca nadie supo fue que, al llegar, esperé detrás de la puerta a que su auto estuviera lejos. Recién ahí, y en plena oscuridad, me senté en los primeros peldaños de la escalera... y lloré. Por ese intento fallido. Por él. Por mí. 


13 comentarios:

Diego dijo...

Pueden ser duros los recuerdos, y el pasaje por las aguas del Leteo no es un camino fácil.
Pero un día todo quedará atrás, con un poco de voluntad y un destello de amor, te lo aseguro.
¡Besos!

ŜhЄrezάđξ dijo...

Flori:

¿Y qué sería de nosotras con la duda de no habernos atrevido a vivir "ese" momento??...

Me habría gustado miles estar sentada en esa escalera, aquella noche a tu lado.

:(

En contra de mi mala costumbre de a veces hablar en excesos me habría quedado calladita, te habría ofrecido mi hombro con señas de ojos y te habría presionado fuerte la mano (ésto es un secreto: de seguro yo tmbn habría llorado).

Ultima_MENTE vivo haciendo cosas de las que no sabe nadie. Espero a cuando todos están distantes y consigo echar fuera parte de lo q muerde inclemente por dentro.

Te mando un abrazote grandototototote, un cariño, y mis pensamientos.

James Bounce dijo...

me intriga lo del gestoo. Que gesto fue ese. Y de parte de quien?

Abeja dijo...

pero saliste. saliste. y seguiste saliendo, y eso es lo que hay que hacer: caminar, avanzar, andar, aun que al principio se avanze un paso y se retrocedan dos, de a poco por la pura inercia vas saliendo del fango...

Cherry dijo...

Hay que seguir intentando cada vez los recuerdos seran más débiles y solo apareceran de vez en vez como lo que son un recuerdo de algo lindo que hubo en tu vida.


Besotes pequeña!

Flori dijo...

Diego: así dicen. Y así lo creo.
Besos =)


Sherezade: me quedé con tus palabras resonando todo el día. Estoy segura que, de haber estado allí, hubieras hecho eso y más. Gracias. Muchs gracias.
Abrazo grande.


Yle: ¡por supuesto! Y seguiré saliendo hasta toparme con aquél que se quede. Y no necesite buscar más.
Besos


Cherry: ¡cuán lindo fue, sin duda! En ese momento, mi estabilidad emocional estaba deshecha... Hoy está un poco más recompuesta. Asique el recuerdo no duele tanto.
Besitos =)

Flori dijo...

James: ya extrañaba ese autito por estos pagos. =)
El gesto, uff. ¿Alguna vez estuviste sentado (o "standing") frente a una persona zurda mientras escribía? La postura que adquieren, la mano escribiendo y tapando lo que escriben, los hombros, la cabeza inclinada... es todo un gesto que el doc tuvo en aquella primera cita. Él me hizo ese dibujo.
Martín, por su parte, hizo el mismo gesto (al ser zurdo, él también) cuando nos encontramos. Ahí tambaleé.



Cuando sea que leas esto, te mando un beso desde acá.
=)

Roky Rokoon dijo...

caminante no hay camino, se hace camino al andar, dale para adelante, de a poco, de verdad

Blonda dijo...

Es tremendo cuando un fantasma se entromete en una nueva cita...¿ quién les dio ese poder de aparecerse a arruinar cualquier intento de inicio?

Pero tarde o temprano se logra o quizás este sea el momento de darle una nueva oprtunidad...por algo aparece no?

besotessssssssssssssssssss
(volvi)

Anónimo dijo...

Escapale a los docs. A mi un cirujano me robo el corazón.

Flori dijo...

Roky: golpe a golpe, verso a verso.. ¿no?


Blonda: ¡volviste! Te extrañaba, ya.
Como si leyeras mis pensamientos, estoy preguntándome la razón de su reaparición. ¿Será alguna señal? Uhm...
Beso enorme =)


Vanina: ¿cómo hago para escaparles, si los veo todo el tiempo en la facultad? Uff..

El Dc Felipe y YO dijo...

UFF Heavy la situacion...
No puedo evitar decir q a mi tmb me paso.

Ahora una pregunta tal vez tonta....
Tan malos recuerdos te quedaron de la relacion con tu ex???

Solo fue el Gesto lo que determino el desencanto o fue algo mas que eso??
Me vas a agregar al MSN o te doy miedito??
Igual sabelo siempre PAsa ;)

Te dejo un abrazo enorme
Nico

Flori dijo...

No, Nico. Quedaron recuerdos hermosos que se encargan de asaltarme en el momento menos oportuno.
Sólo eso.

Y ya te agregué. Asique, en cualquier momento, charlamos.
Beso para tí.